Comite Amigos del Istic

José Alonso Morales

Bolonia es una .ciudad situada al norte de Italia. Este nombre se ha cargado de otras resonancias desde el año en que en ella se determinaron las bases de un espacio europeo para los estudios superiores. Hablar de Bolonia es hablar de una universidad de futuro con rechazos y alabanzas por los sectores más variados. Pero ya “Bolonia”, nos guste o no, manda sobre todos nosotros y este mismo año se ponen en marcha más de 1400 titulaciones en la universidades españolas, según las nuevas pautas.

Muchas son las razones por las que se ha llegado a la creación de este espacio europeo homologado de enseñanza superior.. Sólo quiero hacer referencia a algunas más significativas:

- Poner en práctica los descubrimientos pedagógicos de cara a la enseñaza - aprendizaje y crear un nuevo estilo de investigación y respuestas técnicas.

- Preparar profesionales con una cierta cultura homologada (no uniforme) donde también a partir de los conocimientos, se sientan ciudadanos no sólo de sus países sino de este gran espacio europeo.

- Crear lenguajes culturales comunes, para lo que se va viviendo progresivamente: sistemas de vida, propuestas políticas y proyectos económicos o de desarrollo, creencias, valores y comportamientos.

- Ofrecer un espacio de trabajo para todos los europeos, más allá de sus propias fronteras, no sólo para las profesiones futuras sino también para los estudios e intercambios. Los campos y ofertas de trabajo se podrán ampliar y dar respuesta a las situaciones de paro juvenil.

- Diseñar unas titulaciones que responsan a las demandas del mercado mundial y necesidades especialmente de las grandes empresas multinacionales que van a tener una palabra cualificada en todo este proceso.

- Este proyecto está totalmente enmarcado en la política de la comunidad europea unificada a todos los niveles e intenta dar respuesta a esta nueva realidad.

Interesante propuesta en un mundo globalizado y un mundo necesitado de salir de las puras fronteras pero entre muchos temores que rondan esta propuesta quiero hacer referencia a los siguientes:

- Peligro que la última palabra en las carreras y su configuración la tenga el mercado mundial y sus necesidades. Se prepararán técnicos para dar respuesta a los mecanismos mercantiles y no precisamente a los problemas de la pobreza mundial.

- Ausencia (por “innecesarias”) de las materias o especializaciones de pensamiento reflexivo y crítico que puedan crear conciencia en la humanidad.

- Inminente peligro de montar una universidad europea de espaldas a los grandes problemas de pobreza mundial con lo que será una respuesta al mundo que ya está bien y no al que aspira a llegar a los mínimos vitales.

- Riesgo de imposición de unos países sobre otros en las propuestas culturales que entrarían en los planes de formación, no por consensos bien planteados, sino por pactos interesados.

- Riesgo de no dotar al profesorado, a los técnicos y el mismo alumnado para caminar en la línea de las nuevas teorías con lo que podrá pasar como en otras reformas que se siga haciendo lo mismo con otro nombre.

En Bolonia también estamos nosotros y a nuestro ritmo, pero al mismo tiempo impulsados o exigidos por los acuerdos con el resto de las instituciones educativas. La Iglesia se ha comprometido a encaminar sus centros por esta vía. Estamos todos embarcados en ello.

En nuestros Centros teológicos no encontraremos muchos de los riesgos enumerados, ya que las motivaciones vienen desde otros intereses, pero sí nos podemos encontrar con algunos escollos a superar:

- Preparación del profesorado. No me refiero en contenidos sino en las técnicas pedagógicas para saber pasar de estilos magisteriales a pedagogías de mayor participación; saber distribuir los tiempos dedicados a cada uno de los apartados de la formación; saber conectar las materias con los problemas reales que suceden en nuestros países.

- Tiempos para dedicar a la investigación, creación de proyectos comunes en las diferentes materias o áreas. Si ya tenemos dificultades con el número de profesores encontraremos más para la cantidad de tiempo de dedicación que se les va a pedir.

- Dificultades de publicaciones. Para publicar es necesario investigar y para investigar hace falta tiempo suficiente. Se ha de contar también que, por la inercia de los tiempos, muchos profesores valiosos y bien preparados les resulta engorroso ponerse a escribir y redactar. En los nuevos planes estas dos condiciones son importantes: investigación y publicación.

Tendremos que agudizar la imaginación para saber tejer bien los tiempos de los posibles profesores para que puedan simultanear la labor docente y la pastoral teniendo en cuenta las dificultades de nuestra diócesis.

Hemos de buscar modos de preparación para la docencia desde la misma realidad de los trabajos que se llevan aunque el proceso de capacitación se haga más largo.

Hemos de dar más cancha a los laicos/as que van saliendo de nuestro ISTIC con gran preparación, con inquietudes por seguir investigando y con vocación pedagógica para estas labores.

Bolonia es un reto para todos/as y por eso todos/as hemos de ponernos a soñar, a idear, a construir y a aunar esfuerzos.